El centro Primavera atendió desde el miércoles y el Virgen de Guadalupe, que alberga a cerca de 150 pequeños, abrió sus puertas ayer a pedido de los padres de familia. Desde el lunes deberán declarar las personas que trabajan en esos centros.
Las guarderías Primavera y Virgen de Guadalupe, en el ojo de la tormenta desde el martes por la intoxicación alimentaria de 28 niños, funcionan a pleno desde ayer. En realidad, la primera atendió al día siguiente del episodio, a insistencia de los padres de familia, y la segunda, que alberga a unos 150 chicos, lo hizo ayer, tras dos días de inactividad forzada por la investigación de la Fiscalía y por el Servicio Departamental de Salud.
En ambas guarderías, situadas en los barrios Nueva Primavera ‘A’ y Virgen de Guadalupe (distrito 6) se advirtió la presencia de funcionarios de la Gobernación, al parecer, en la tarea de supervisión.
En la Virgen de Guadalupe, sor Miguelina Lucía Martínez, responsable del centro, explicó que los padres pidieron que se reabra el servicio por la necesidad de tener a sus hijos en un lugar seguro.
“Estamos haciéndoles una comida más liviana y dándoles todo cocido a los niños. Hemos suspendido el menú anterior. Desconocemos el motivo del incidente, para nosotros fue una preocupación grande, un susto. Esta guardería funciona desde el 2000, y es primera vez que sucede esto. En cuanto a la alimentación y la higiene, soy muy caduca; a veces, el personal se incomoda por la exigencia”, manifestó la hermana Miguelina.
Muestras al IDIF
El Ministerio Público, por medio de sus peritos, tomó muestras de los productos que había en las dos guarderías y fueron enviadas al laboratorio del Instituto de Investigación Forense (IDIF) con sede en Cochabamba, dijo la fiscal Margoth Vargas.
El Sedes también tomó sus muestras de alimentos, que están siendo analizadas por el laboratorio Inlasa de La Paz. La fiscal confirmó que desde el lunes declarará el personal de las guarderías y algunos padres de familia.
